En ocasiones para salir de la rutina nos podemos aventurar a realizar cosas que normalmente no haríamos, de hecho cosas que van más allá de lo normal y aquí un clásico ejemplo. Un hombre se para en el techo de su casa para saltar hasta la parte trasera de un auto en movimiento.
Llegado el momento el tipo espera calculando el tiempo, velocidad y todo pero le sale todo mal, intentando saltar desde el techo espera demasiado para hacer el salto y lo único que podemos decir ante lo que sucede luego es que este hombre no podrá sentarse con comodidad al menos por un mes.
Llegado el momento el tipo espera calculando el tiempo, velocidad y todo pero le sale todo mal, intentando saltar desde el techo espera demasiado para hacer el salto y lo único que podemos decir ante lo que sucede luego es que este hombre no podrá sentarse con comodidad al menos por un mes.
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